La serie se compone de fotografías de algunos paisajes recorridos en el pasado y el presente, que, junto con la presencia de un objeto personal como la maleta, conduce a la artista a recordar la memoria fragmentada de la infancia.
La vieja maleta transporta a las vivencias pasadas y ese poder evocador explora y posibilita volver a los íntimos, frescos o transitorios y tal vez olvidados episodios de la vida, a los que algunas veces nos hemos asomado. La maleta es aquí también el referente de viaje, lugar de paso o también el deseado o indeseado desplazamiento. En la obra “Convergencia” la atmósfera devela un tiempo pasado desde el presente, logrando velar algo de verdad y así ir tejiendo la vía que recupera la memoria y nos aleja del olvido.